Lo comencé con una ilusión, pero con muchos miedos. Con muchas ganas de trabajar, y de hacer cosas nuevas y con mucho optimismo.
La realidad es que ha sido un año duro, lento en muchos aspectos; donde he descubierto a gente maravillosa que no conocía, y también me he dado cuenta de que estaba perdiendo el tiempo con gente que no lo merecía.
Momentos inigualables, como el día de mi boda, o de la boda de mis mejores amigos. Tardes de café con amigos maravillosos, clientes estupendos, y momentos llenos de risas e ilusión.
En general ha sido un año bueno, con momentos que no olvidaré. Pero soy ambiciosa, así que espero un 2015 que me traiga estabilidad, que mi familia siga sana, que mantenga a mis pocos pero buenos amigos y que nos veamos más, que los nuevos proyectos tengan éxito y que me traiga nuevos y más clientes. Y por supuesto, que consiga hacer feliz y que me hagan feliz a los que quiero.
¡Feliz año nuevo!
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