Cuando estás inmersa en el diseño de tu propia boda, no quieres que nada se te escape, ¿verdad?
Pues a mi me traía un poco de cabeza buscar un detalle para los peques, en su mayoría nuestros sobrinos, ya que sal y aceite, que fue el recuerdo de los adultos, no le íbamos a dar a niños de entre 1 y 10 años. Hoy os cuento en un episodio más de nuestra boda, que fue lo que les regalamos.
Se me ocurrió algo que creo que fue original, y que les encantó. Y no era un regalo de plástico de los chinos, ni nada que fuera peligroso para ellos: unos recortables con las caricaturas de Alonso y la mía.
Para ello contacté con Sandra, una diseñadora gráfica que reside en Sevilla, y que la conocí y a su trabajo a través de Instagram. Captó enseguida lo que quería, y en unos días tenía mis dibujitos. Y yo encantada con el resultado.
Luego, los imprimí y los guardé en un sobre plastificado para que no se estropearan, y quedaron tal que así:
No se nos olvidó ningún detalles, de ropa ni objetos que nos identificaran. No se si los niños finalmente recortaron las figuras y jugaron "con nosotros", pero si recuerdo la cara de mi sobrina Natalia cuando vino corriendo a enseñarme su regalo, sorprendida y diciéndome: ¡Mira tita, eres tú!
¿Que os parece la idea? ¡Yo tengo en mi escritorio a mi muñequita que me recuerda ese día tan maravilloso!
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