Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, en lucha por su participación en igualdad con el hombre en la sociedad y en su desarrollo integro como persona.
¿Sabéis que pienso sobre este tema?
Que no lo deberíamos de celebrar. No, al menos, hasta que este tema deje de ser algo tan demagogo y se convierta en algo real.
Porque, queridas/os, ¿de verdad pensáis que estamos en igualdad de condiciones?
¿Cuantas mujeres son CEO de una empresa? ¿Cuantas mujeres son consideradas la mejor cocinera de España, la mejor diseñadora de moda, la mejor cardióloga, la mejor ingeniera jefe, la mejor escritora...?
Sin embargo, estamos rodeadas de profesionales, que no sólo hacen mejor su trabajo fuera de casa, sino que además, cuando regresan a sus hogares, son las mejores mamás, las mejores compañeras, las mejores cocineras, las mejores cuentacuentos, las mejores economistas....
¿Y sabéis quien tiene la culpa en mayor grado? Nosotras. Sí, nosotras. Porque cuando hacemos algo en común con otras mujeres, detrás de una "alabanza" siempre va una crítica. Porque cuando nuestros hijos crecen, les damos más pie a todo. Ellos serán nuestros "grandes hombres" y ellas seguirán siendo nuestras "princesas" . Porque hasta cuando dominamos algo, y se cuela un hombre en nuestro círculo, lo "glorificamos", porque "un hombre ha decidido seguir nuestros pasos",( y además, cuanto más afeminado sea, más empatizamos con él) y sin embargo, dejamos atrás a grandes artistas, arquitectas, dentistas, periodistas, modistas....Porque cuando podemos alcanzar el summum en nuestro recorrido laboral, lo dejamos todo por amor, por tener un bebé, o por cuidar a nuestros progenitores. Y mientras, ellos, siguen escalando, llegando a lo más alto y dejándonos atrás.
No somos iguales que ellos, y podemos dar gracias. Somos más inteligentes, más constantes, más trabajadoras, más luchadoras, más buenas en todo lo que nos proponemos. Pero hasta haciendo de jurado, somos malas con nosotras mismas. Nos encanta dejar que nos pisen. Toleramos que ellos se llamen emprendedores y nosotras "tenderas". No podemos celebrar nada hasta que realmente superemos todas esas barreras.
No queramos ser iguales a ellos. Seamos mejores.
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