Hace unos días, me llegó una petición que tenía que ser tratada con cariño especial. Un chico me pedía que le hiciera unos detalles para amigos de su taller de Coaching, unas 20 personas, el cual finalizaba el fin de semana pasado. En el taller, habían aprendido muchas cosas, y entre ellas, a visualizar los problemas de una manera distinta. El "apodo" del grupo era Visión 8, Visión Infinita.
Así que ajustándome a su presupuesto, teniendo en cuenta lo que me pedía, se me ocurrió esto:
Veintiuna pulseras con el símbolo de infinito, autoajustables, sencillas para que tanto los chicos como las chicas las pudieran llevar. Y sus sobrecitos personalizados.
Mi cliente, quedó encantado con la idea, y sus compañeros, con el detalle. Y yo, tan contenta de hacer estas cositas y ¡repartirlas por el mundo!
Y vosotros, ¿os apetece regalar algo así?
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