Siento haber tardado algo más de cinco meses, pero no ha sido porque no haya querido, sino porque hasta ahora no había tenido las fotos oficiales.
Si no sabes nada de lo que te estoy contando, te pongo en antecedentes:
El 13 de septiembre de 2014, Alonso y yo, nos casamos en Jaén. Elegimos el sitio donde hicimos la celebración porque era el único establecimiento que disponía de habitaciones para invitados. Y además, porque fue el único que nos dejó llevar lo que quisimos y además montar todo lo que montamos, ¡sin decir ni mu!.
Yo me pasé, quizás menos que cualquier novia, un montón de meses preparando cada detalle, haciendo todo lo que verás en las fotos, diseñando y planificando, junto con mi colega Jose Bravo, de Noterompaslacabeza.com. Y digo que quizás menos, porque tenía bastante claro como sería todo, y no anduve mirando y mirando. Y porque además, "en casa de herrero, cuchillo de palo", ya sabes.
El caso, que hasta la tarde de antes, estuve en el hotel preparando las flores, y más o menos maquinando el montaje. Pero como tenía que estar divina de la muerte al día siguiente, una vez preparado cada centro, cada ramillete de flores, me marché a casa y dejé en manos de Jose y Toni todo el montaje.
Y dirás, ¿y que pintan los peces y demás en Jaén?
Pues verás. Mi marido (ahora ya sí) es un amante del mundo marino tropical. No de cualquier pez, no. De corales, de peces emperadores, de tridacnas y de anémonas. Si por él hubiera sido, nos hubiéramos casado en plan hippie en la playa, pero no era mi idea, ni de lo hippie, ni de la playa. Así que en parte, por él, elegimos este tipo de decoración.
Y puedes decir ¿y por qué no hay más decoración, más espacios?
Pues te comento. A parte de que el salón es enorme, y rellenarlo era imposible, había algunos detalles más repartidos, pero que no fueron fotografiados. Había algunas cosas más, pero cuando los fotógrafos salieron no estaban colocadas, y cuando volvimos, los invitados ya habían hecho uso de los mismos. Y como yo no llevaba mi cámara a cuestas (raro en mi), no puede eternizar esos "escenarios" para enseñártelos. Y además, te cuento uno de los secretos: decidimos elegir entre poner "objetos momentáneos" o una cena que los invitados recordaran. A día de hoy, todavía nos siguen preguntando por el jamón y el vino de nuestra boda, y eso, nos hace sonreír y confirmar lo que queríamos.
Así pues, aquí van muchas de las cosas que hice para este gran día, que fue mi boda.
Porta alianzas y porta anillos personalizados
Globos gigantes distribuidos por el jardín
Puesto de limonada. ¡A los niños le encantó!
Chapas para los invitados: de parte del novio en azul, de parte de la novia, en rosa.
Kit de supervivencia bodil (con la gráfica de la boda)
Mini Photocall para las fotos Instax
Album personalizado. Sin duda, de los recuerdos más bonitos que quedaron
Zona de copa de espera. Decorado con fanales y setos de luz
Seating plan. Utilizamos la misma imagen que estaría en la mesa
La alfombra roja, iluminada con linternas de papel
Letras gigantes que hicieron la vez de photocall. Nos las hizo mi hermano, otro manitas de la casa
Las mesas. Decidimos regalar aceite y sal, y los colocamos directamente en cada sitio
Minuta de cena, con la gráfica del enlace
Centros florales. Elegimos orquídeas y celosías, junto a conchas auténticas de nuestra colección
En vez de numeración, las mesas se identificaban por las imágenes y los nombres de los peces. La madre de él fue quién nos hizo cada acuarela. Y por cierto, ¡desaparecieron!
En cada mesa había 3 o 4 centros de flores pequeños, con paniculata rosa y alstroemerias
Nuestra figurita de boda, también hecha a mano
¡Nuestro candy bar colorido! ¡La delicia de niños y adultos!
Otro de los regalos que dimos fue sal con pétalos de rosa comestible de Isla Cristina. De esta manera hicimos un guiño a las dos provincias
Los alfileres para las chicas fueron caracolas, estrellas de mar y conchitas, hechos por nosotros
Y para los niños, un recordable con nuestra caricatura, para que nos disfrazaran con nuestros habituales trajes
Y por último, mis chicos, que me ayudaron muchísimo y a los que vuelvo a agradecer su trabajo y su compañía e ilusión.
También quiero agradecer a mis fotógrafos, Manuel Onieva y Alberto Pérez, por hacer estas bonitas fotos de toda mi decoración, y el resto de todo el enlace.
¿Que os ha parecido? ¡Yo estoy deseando de que empiece la temporada para decorar y decorar más bodas bonitas!
La semana que viene, te enseño más fotos del reportaje. ¡No faltes!