Casarse es unos de los momentos que una mujer espera casi desde pequeña. En mayor o menos porcentaje, todas hemos imaginado alguna vez como sería ese momento, y últimamente parece que los chicos también se apuntan a ello. Ya no solo es cosa de mujeres. Hoy, os hablo de mi experiencia como novia, lo que llevo vivido hasta ahora (y aún faltan 3 meses para la boda).
Si te vas a casar te interesa seguir leyendo. Y si eres invitada a una boda, también.
Cuando nosotros decidimos casarnos, porque lo decidimos los dos, os puedo asegurar que fue uno de los días más bonitos de mi vida. Ese día no hubo anillo ni rodilla en el suelo, sino un, "
sí, nos casamos.
Cuando quieras".
Lo que todas las
revistas de novias, wedding planner y amigas superguays te dicen es que todo será estupendo, que hagas lo que te de la gana y que disfrutes. Vale, genial. Pero pocas te cuentan la cara "b" del proceso:
1- Cuando dices que te casas, de quién esperas una reacción sorprendente, resulta que ni se inmuta. Por no hablar de que
no todas las familias saltan de alegría o se interesan por la boda. Hay familias, y familias. Y si sois los pequeños de grandes familias, lo notareis más. Así que mejor no pensar "verás que ilusión le va a hacer a mi prima la de Huetor Tajar", para que la decepción sea menor.
2- Cuando empiezas a hacer
la lista de invitados, te acuerdas de personas que a lo mejor hace tiempo que no ves, pero que sientes un cariño especial por ellas. Se realista, no van a ir, y menos si viven a 300 km de distancia. Y de las personas que crees que no faltarían porque son tus amigos, ten en cuenta que
no sois ni los únicos amigos ni imprescindibles en sus vidas. Así que es posible que os llevéis más de un "no puedo ir porque se va a morir mi abuela ese día" y cosas del estilo. Lo pasaréis mal, los 20 primeros minutos.
3- Por mucho que te dicen que
la boda te la pagan los invitados, no os fiéis. Que los ricos son ricos porque no gastan. Así que no penséis que con el regalo de vuestro tío el que tiene el casoplón os vais a pagar medio viaje. Y más vale que preguntéis por un posible crédito personal si no contáis con ahorros.
4- También suelen decir que
no tienes que pagar nada hasta los días antes de la boda. Si es así, enhorabuena al que lo haya conseguido. Yo de momento ya llevo: fotógrafo, hotel, alianzas, vestido, traje, decoración, tarjetas....Quizás no sean montantes muy grandes, pero os aseguro que es más de un sueldo normal.
5- Siempre habrá amigas que te echen una mano, es la ilusión de toda amiga. Si, ejem...si vives cerca de tus amigas. Las mías viven muy lejos, y las que están medianamente cerca, tienen niños pequeños, así que no puedes contar con ellas. Así que prepara una buena dosis de paciencia y planifica el tiempo bien.
6- Haz lo que quieras, es tu día. Sí, pero tendrás alrededor a
ochocientas personas dándote su opinión, diciendo que esto no le gusta, que esto sí, que hagas esto o lo otro. Así que, mi recomendación, elije sólo a una persona o dos para ver que opinan. Nunca vas a acertar con el gusto de todo el mundo, no dejes que te influyan los demás. Haced lo que vosotros creáis que puede quedar bien, con un poco de lógica y realidad.
7- El novio no se siente implicado, implícalo y deja que te ayude. Bueno, yo los clasifico en tres tipos: el que pasa de todo, y dice que sí a todo, el que se implica y te ayuda a elegir, y el que te dice que hagas lo que quieras pero luego te lo critica todo. Salvo que tengas el del primer tipo,
vas a discutir. Y la que diga que no discutes, es que no se acuerda. Así que prepara una buena dosis de argumentos para las ideas que tengas que sean inamovibles, pero lo más fácil es que os dividáis los gustos: tu elijes iglesia, el que elija viaje...y..¡suerte!
8- El momento vestido: nunca te lleves a quien tenga gustos opuestos a ti, por muy hermanísima, amiguísima o primísima que sea... Te va a decir que no a todo, y
probablemente te amargue la tarde. Cuantas menos, mejor.
9- Tu despedida de soltera/o: mira a tu alrededor y cuenta: amigas en paro, amigas con hijos, hermanas con hijos, amigas que viven fuera... Y ahora,
se realista: no te van a llevar al Caribe de despedida de soltera. Ni de soltero (porque sus respectivas no les dejarán). Como mucho, un fin de semana fuera, un disfraz que va entre lo gracioso y lo absurdo, y algunos momentos de fiesta y fotos. Eso sí, salvo que sea una pandilla típica, habrá bajas de por medio, las cuales te asombrarán bastante.
10- Siempre hay un antes y un después de cada boda, en cuanto a las relaciones sociales se refiere. No te tomes nada a pecho, y no pierdas tiempo con quien te lo hace perder. No puedes obligar a nadie a que te acompañe el día que será uno de los más importantes de tu vida, igual que esa persona no puede esperar que si ha pasado de ti (de vosotros) tu le sigas felicitando las Navidades.
11- Positiviza, y piensa en que ese día
tú vas a estar espectacular, que vas a babear cuando veas a tu chico esperándote en la iglesia, juzgado o en mitad del campo, vestido como un modelaco de folleto de novios. Y que con todo el barullo, querrás estar con todos y no estarás con nadie, que seguro será como ir en una nube, y que al día o a los días, gracias a las imágenes, te darás cuenta de los detalles que habías pasado por alto. Y que como dice mi amiga Marisa, ese día estarás feliz porque los que hayan ido a verte, sonríen sin parar, y te dicen guapa aunque no sea del todo verdad, y
todo el mundo habla, bebe, ríe, baila y disfruta. Así que quédate con eso, y ¡vive tu día grande!